Bryan Rincón
2 min readMar 10, 2021

--

A Mi Padre

¿Cómo hablar de una vida que empezó un día como hoy hace SESENTA años?

¿Como resumirles las lecciones que me ha dado mi padre durante treinta y pico años?

¿Cuantas veces (años antes de que existiera YouTube) no más con palabras nos transportó a ver a Willington Ortiz enfrentando solo a un portero, o una vista aérea de Lucho Herrera atacando en los Pirineos?

¿Cuantas veces me ha esperado por la noche en la banda de una cancha deportiva o en la sala de mis instructores mientras acababa una clase de música, aunque hubiese pasado todo el día trabajando en el sol?

¿Cuantas veces me ha visto llorar sin regañarme pero también sin limpiarme las lágrimas para que me las limpiara yo mismo?

¿Cuantas veces le he contado mis sueños y, sin desanimarme, me ha preguntado qué hice ese día para poder realizarlo?

¿Cuantas veces se me sale un dicho o me paro con los brazos cruzados o tarareo un bolero y me siento como si fuera un niñito, intentando imitar a su papá?

¿Cuantas veces he respondido con “sí señor(a)” o traigo (sin yo necesitarla) una chaqueta a una cita con la novia, porque él me enseñó que los detalles cuentan más que los grandes gestos?

No, mejor ni intentar resumirles todas las lecciones de vida que me ha dado porque, al contarles unas, siento que aún me faltan unos treinta unos más para llegarle a los talones al ejemplo de mi papá.

--

--

Bryan Rincón

« Le problème ce n'est pas la chute, c'est l'atterrissage. »